El debate abierto en Galicia sobre la funcionalidad y la adaptación de las cámaras a las demandas sociales cuenta con la activa participación del colectivo de los autónomos, muy critico con estas instituciones. Su secretario general en Galicia Eduardo Abad, lleva años pidiendo la libre asociación.
- ¿Por qué quieren marcharse ustedes de estas entidades?
- Porque no nos aportan absolutamente nada. Hay que ser claros y directos. Nosotros no queremos herir a nadie, simplemente queremos que la gente sepa que para nosotros no son de ninguna utilidad. Quizás les sirvan a las empresas grandes en tareas de comercio exterior porque les ayudan a abrir mercados.
- ¿Se han preocupado ustedes de informarse de los servicios que da una cámara a su colectivo?
- La pregunta debería ser al revés. ¿Nos han enviado estas entidades alguna vez información sobre que és lo que hacen? La respuesta es un no rotundo. En los muchos años que llevo obligado a pagar a las cámaras, jamás he recibido una circular. Nosotros en UPTA Galicia, enviamos misivas a nuestros asociados y les informamos de lo que hacemos.
- Javier Gómez Navarro, presidente del Consejo Superior de Cámaras dijo en Santiago que había que cambiar la mentalidad del autónomo y de la micropyme porqué las cámaras podrían ayudarlos mucho en los procesos de modernización.
- No sé qué es lo que argumentó Gómez Navarro. Lo único cierto es que las cámaras nunca han hecho nada por nosotros. Encima ahora se han posicionado en contra del Estatuto del Trabajador Autónomo. A mi me gustaría que preguntaran por la calle a diez empresarios sobre si les compensa estar en estas entidades. No es una cuestión de dinero sino de principios.
- ¿A qué se refiere?
- A que la cuota obligatoria es anacrónica y contraviene el derecho a la libre asociación. En países como Portugal ó Francia esto sería inconcebible. Nosotros no queremos que desaparezcan las cámaras, pero si luchamos para que se modernicen. El autónomo debe tener derecho a elegir donde debe estar.
- Ustedes han anunciado su intencion de dejar las cámaras. ¿Cómo quieren conseguirlo?
- Éste es un asunto complejo. Se trata de entidades de derecho público regulados por ley. Y ante esta situación la alternativa que nos queda es ejercer una presión política para que el Gobierno modifique el marco legal vigente.
- ¿Con qué argumento pretenden convencer a las autoridades?
- Hay muchos. Pero yo sostengo que los servicios de una cámara los presta cualquier asociación con un número considerable de afiliados. Nosotros tenemos asesores laborales y fiscales, hacemos cursos y también trabajamos cuestiones relacionadas con la tecnología.
- ¿Qué opina de la propuesta de la Xunta de democratizar los procesos electorales en las cámaras?
- Sinceramente, esa es una cuestión que no nos afecta. La única libertad que tenemos en este asunto es el de no participar. Y la verdad es que no tenemos intención de formar parte de las cámaras. La información que he recibido de las cámaras reflefa una dinámica extraña, en la que parece que hay poca trasparencia. Pero a nosotros lo que sí nos importa es que supriman la afiliación y la cuota obligatoria.