El parque medioambiental de Galicia, que será pionero en su género en España y que albergará exclusivamente empresas de reciclaje y tratamiento de residuos, empieza a tomar cuerpo después del convenio suscrito ayer entre las consellerías de Vivenda y Medio Ambiente. El acuerdo supone el inicio de un proceso que culminará en el primer trimestre del 2009 con la instalación de las naves en el municipio ourensano de Carballeda de Avia, en una superficie total, incluida la ampliación prevista, de 844.000 metros cuadrados. El funcionamiento de las sociedades que se ubiquen en el complejo, para cuya construcción Vivenda aportará 40 millones de euros, se regirá bajo criterios de sostenibilidad, los mismos que se han empleado para el diseño del área.
Las superficies verdes, de hecho, agrupan el 29% de la superficie total y el espacio en su conjunto integra en su núcleo a una amplia carballeira y a dos pequeños ríos. «É un parque estratéxico para nós que debe ser un exemplo de intervención no territorio e de conservación do que alí existe», subrayó la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas. Pero sus palabras no se quedarán en una mera declaración, ya que el modelo seguido en Carballeda de Avia será el que se aplicará en la construcción de los nuevos parques industriales de Galicia que promueva la Administración, sea del tipo que sean.
Las empresas que deseen instalarse en el municipio ourensano deberán cumplir con estrictos criterios de sostenibilidad, de responsabilidad social y de vanguardia tecnológica en el tratamiento y reciclaje de residuos, de cuya vigilancia se encargará la Consellería de Medio Ambiente. Si el convenio suscrito entre los dos departamentos excluye de forma expresa cualquier tipo de incineradora de residuos, lo que ya había adelantado La Voz, el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, desveló además que las empresas tampoco podrán utilizar ningún proceso contaminante en su funcionamiento.
Si éstas son las exigencias, las contrapartidas que ofrece la Administración para concitar su interés son mayores aún. Las parcelas se ofrecerán a un precio de entre 85 y 90 euros por metro cuadrado, hasta cinco veces menos de los 400 o incluso 500 euros que se pagan en algunos parques industriales de iniciativa privada. El proyecto ha despertado ya el interés de 30 empresas, algunas de las cuales han pedido hasta 100.000 metros cuadrados, aunque el número probablemente aumentará tras la reunión que los responsables de Medio Ambiente mantendrán este mes en Ourense con las principales empresas de España dedicadas al reciclaje. La iniciativa, en cualquier caso, no ha pasado por alto en el resto de las comunidades, ya que, según Manuel Vázquez, han sido varias las que han recurrido a la Xunta para que les informe del modelo gallego.
Lección de país
Vázquez elogió a su compañera de proyecto, la conselleira Teresa Táboas, quien, a su juicio, «acaba de dar unha lección de como se fai un país, un país que queremos todos». Táboas subrayó que el parque demuestra que «é posible transformar positivamente o territorio e crear, ademais, riqueza e emprego», frente a modelos de ocupación insostenible del suelo.
El agua depurada se utilizará para el riego de zonas verdes
Las empresas de tratamiento y reciclaje de residuos que se ubiquen en Carballeda de Avia gestionarán los residuos del sur de Galicia (Ourense y Pontevedra), que en la actualidad carecen de este tipo de servicios. Estas dos provincias producen el 43% de los residuos sólidos urbanos de la comunidad (461.819 toneladas) y el 35% de los industriales (casi dos millones de toneladas).
El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, aseguró sobre este aspecto que el complejo de Carballeda de Avia supone «un cambio do modelo opaco anterior de xestión de residuos, a unha política moderna e transparente».
Tecnología avanzada
El funcionamiento del parque se regirá bajo un modelo de gestión ambiental sostenible, responsabilidad social y tecnología avanzada por parte de las empresas que se ubiquen en el complejo. De que cumplan estas condiciones se encargará la Consellería de Medio Ambiente, que incluso prevé la creación de una sociedad pública en la que también participarán científicos de las universidades y que será la encargada de someter a examen todos los procesos que se lleven a cabo en el parque. Esta estructura también será el germen del futuro centro de I+D+I previsto para el complejo.
En cuanto a los criterios, las empresas deberán contar con sistemas eficientes de gestión de agua, energía, residuos y transporte. En el primer caso, el agua depurada se reutilizará para el riego de las zonas verdes o para el propio ciclo productivo. Para reducir las emisiones de los vehículos se promoverá dentro del parque la utilización de un sistema de transporte colectivo. Por su parte, para los residuos se establecerá un tratamiento conjunto y para el funcionamiento de las naves se promoverá el uso de energías renovables, especialmente la solar.
Las empresas también se comprometen a establecer planes de igualdad de salarios entre hombres y mujeres, a cumplir un modelo de transparencia para informar de su funcionamiento a la sociedad y a desarrollar mecanismos de seguridad que reduzcan la siniestrabilidad laboral.
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