Inseguros. Así se sienten los empresarios de Mos, que han visto como en los últimos meses los robos y destrozos en almacenes se han teñido de desgracia con delitos violentos. Si hace cuatro meses un guardia jurado perdía la vida en el polígono del Rebullón, el jueves otro trabajador era apaleado por cuatro individuos que entraron en Redcom con la intención de robar.
El incidente, junto con sorpresa y preocupación, ha generado sobre todo indignación. Un sentimiento extendido entre los más de 400 empresarios que conforman la asociación Aemos. «Estamos indefensos porque en los últimos seis meses los pequeños robos y destrozos han pasado al daño físico», asegura Francisco Domínguez, gerente de Aemos.
Para paliar la situación actual, el sector reclama un incremento de los efectivos del cuartel la Guardia Civil de Mos, insuficientes según ellos para una población de casi 15.000 habitantes.
Efectivos disponibles
En la actualidad hay trece efectivos que se encargan de patrullar todo el municipio y que en ocasiones incluso tienen que desplazarse a los ayuntamientos de Soutomaior y Fornelos de Montes para colaborar. El problema de los agentes, que también se extiende a los policías locales porque solo hay cuatro, se ve acrecentado por la dispersión tanto de población como empresarial del municipio. La vigilancia de las industrias se complica por la falta de polígonos limitados que reagrupen a las firmas, aunque hay zonas de mayor concentración como Rebullón, Peinador, Sanguiñeda o monte Faquiña.
Incidentes
«Durante una época se habló de bandas del este que accedían a los almacenes por butrones, también tuvimos casos de uso de explosivos para abrir cajas fuertes, aunque lo de este agosto fue el desencadenante de las preocupaciones», recuerdan los empresarios de Mos.
En su mayoría los robos que se han registrado en el polígono se centran en material, especialmente técnico, y cajas de seguridad con efectivo.
En muchos de los casos que recuerdan los responsables de la zona, los desperfectos que se provocaban en los asaltos tenían costes incluso más elevados que el material robado.
El suceso del jueves podría ser el desencadenante de un acuerdo sobre el incremento de seguridad en el municipio que ayer empezó a dibujarse con las primeras conversaciones entre los responsables de Aemos y autoridades municipales y estatales.
«Instalar vigilancia privada costaría más de 300.000 euros y nosotros solos no podemos pagarlo»
La posibilidad de que los empresarios afronten solos el problema de inseguridad es una utopía inalcanzable. Según un estudio encargado por la asociación de empresarios, Aemos, a una firma privada, el coste de establecer vigilancia en los núcleos de Peinador y Rebullón sería de 90.000 y 200.000 euros respectivamente. A ello habría que sumar luego el mantenimiento del material y el gasto de personal. «Instalar vigilancia privada costaría más de 300.000 euros y nosotros no podemos pagarlo-apunta Francisco Domínguez- nuestra prioridad son las pequeñas y medianas empresas porque las grandes ya tienen sus sitemas».
El proyecto de televigilancia junto a las empresas entraña además otros problemas añadidos, ya que muchas de las naves comparten espacio con viviendas y la colocación de cámaras de vigilancia lleva acarreado cuestiones legales difíciles de sortear.
Falta de servicios
La sensación de inseguridad entre el empresariado forma parte de una larga lista de necesidades que este municipio pegado a Vigo tiene sin cubrir. «Carecemos de un tendido eléctrico adecuado a nuestras necesidades, igual que la red de alcantarillado, insuficiente cuando se trata de empresas grandes. Además, la dispersión obliga a que cada entidad tenga que gestionar sus propios residuos industriales, con el consecuente aumento de coste», apunta el gerente de Aemos.
La asociación espera que todos estos problemas, que afectan a las más de mil entidades asentadas en el municipio, puedan obtener solución con la construcción de los futuros parques empresariales que proyecta la Xunta.
Para poder concentrar en un mismo núcleo todos los servicios y solventar los problemas que generan algunas de las firmas entre los vecinos, Aemos volvió a solicitar que los empresarios de Mos tengan prioridad en el reparto de parcelas de los dos polígonos que se proyectan, en A Veigadaña y A Arrufana.