María Teresa Pisano dirige desde ayer la Zona Franca de Vigo con el objetivo de rentabilizar empresarialmente y en favor de la competitividad de la economía y la industria viguesa todas las apuestas que el Consorcio realice durante su mandato. Esa fue su declaración de intenciones en el acto de toma de posesión de su cargo como delegada de la Zona Franca, en sustitución de Francisco López Peña. Tanto Pisano Avello como la subsecretaria de Economía y Hacienda del Ministerio, Juana Lázaro, recalcaron una y otra vez que el Consorcio tendrá al empresariado, a la economía de Vigo y su área de influencia y a la promoción de las exportaciones como sus principales ejes de actuación.
Frente a dicho discurso, los encargados de recibir a la nueva delegada trataron de limar con sus peticiones esa voluntad primordialmente economicista para arrancar compromisos de inversión para proyectos sociales y urbanos. Ese fue el guión que siguió el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, quien tras apelar a la coordinación y la complementariedad entre el Gobierno gallego y la Zona Franca, pidió que el Consorcio siga apoyando decididamente la Ciudad del Mar, «para que Vigo exerza o liderado europeo nas actividades científicas relacionadas co mar». El alcalde, Abel Caballero, fue más allá incluso al pedir que ahora que la Zona Franca ha salvado su particular crisis económica se vincule más abiertamente también al crecimiento de Vigo en forma de apoyo inversor a nuevas infraestructuras para la ciudad. Caballero alabó el perfil y capacidad de Pisano, sobre la que en un primer momento había mostrado sus dudas sobre su idoneidad para el puesto y su posible nivel de vinculación con el Concello.
Exigencia ministerial
Las exigencias cruzadas, acompañadas eso sí de alabanzas mutuas, tuvieron continuidad y respuesta clara en el discurso pronunciado por la número cuatro del Ministerio que dirige Pedro Solbes y por la propia Teresa Pisano. Primero, Juana Lázaro recordó que hace cuatro años y dos días le encargó a Francisco López Peña la misión de sanear el Consorcio y desarrollar proyectos dirigidos a la mejora de la economía de la zona, «y ha cumplido y demasiado bien», dijo la subsecretaria. Para recalcarlo, añadió que por primera vez en este siglo la Zona Franca ha logrado beneficios, casi un millón de euros frente a los nueve de pérdidas que indicó había en 1994.
Pisano asume el encargo
Seguir en esa línea y saber colaborar con las instituciones fue el encargo que Lázaro transmitió a Pisano, quien dejó claro que lo hacía suyo desde ayer, entre otras cosas para garantizar que la Zona Franca pueda seguir existiendo gracias a una gestión financiera adecuada y el éxito en la promoción empresarial. Incrementar las exportaciones desde Vigo, usar el patrimonio del Consorcio con el mejor criterio procurando conciliar los intereses de la Xunta y el Estado con los municipales serán, según dijo Pisano, sus principales retos. «Del acierto de las actuaciones que emprendamos, y en la medida en que seamos capaces de llevarlas a término con éxito, dependerá que nos podamos mover con más o menos holgura dentro de las limitaciones presupuestarias de este organismo», concluyó Pisano, para zanjar el cruce de insinuaciones sobre la implicación de Zona Franca en proyectos urbanos.