El pleno de la Zona Franca de Vigo tiene previsto aprobar mañana el inicio de una inversión de 76 millones de euros para impulsar el polígono de Matamá, que será la última gran área industrial de la ciudad. En la misma sesión, el consorcio dará luz verde a la convocatoria pública para redactar el plan parcial de nuevo parque empresarial, que abarcará una superficie de 900.000 metros cuadrados de suelo de calificación industrial situado entre las parroquias de Matamá y Valladares.
El nuevo polígono será el tercer gran núcleo empresarial de Vigo con una superficie casi igual a la del parque tecnológico,?el segundo más grande del municipio después del de Balaídos (un millón de metros cuadrados y pendiente de ampliación).
Su ubicación fue seleccionada por la proximidad tanto a la factoría de PSA Peugeot-Citroën como al parque tecnológico, donde se encuentran un gran número de proveedores de la automoción.
Esta posición estratégica explica que el consorcio hay previsto en el concurso de aspirantes a hacerse con una parcela algunas condiciones preferentes de asentamiento para las empresas del sector de la automoción. Otro sector que recibirá trato preferente en Matamá es el de la industria frigorífica, mayoritariamente asentada en Beiramar, dando vía libre de este modo a la conformación del viejo proyecto de la Ciudad del Frío, que ocuparía dentro del polígono una superficie sin determinar.
Luz verde al viejo proyecto de la Ciudad del Frío
El Plan General de Ordenación Municipal de Vigo contempla el proyecto de la Ciudad del Frío, que plantea el traslado de las industrias frigoríficas ubicadas en el entorno de Beiramar al suelo habilitado en la parroquia de Matamá, que Zona Franca convertirá en polígono. La idea sería reubicar a las empresas del congelado que ahora ocupan la franja de Beiramar, que hace tiempo comunicaron su disponibilidad a liberar este espacio y utilizar el aprovechamiento urbanístico de la zona para hacer posible el paso de sus naves hasta el polígono de Matamá.
El plan de Zona Franca parte de la base de que el traslado de las empresas ubicadas entre las calles Jacinto Benavente y Marqués de Valterra implica una operación urbanística que reportará los ingresos suficientes a los propietarios para hacer viable e incluso rentable el cambio de ubicación. En el año 2004 los empresarios impulsores del proyecto constituyeron una sociedad, Ciudad de la Pesca S.L., que contaba entre sus integrantes con las firmas Freiremar, Albo, Frigoríficos del Berbés, Pescapuerta, Cardomar, Pescanova, Pereira e industrias auxiliares.
Su plan urbanístico para la zona consistía en dedicar la primera línea de Beiramar, ocupada por empresas en terrenos de concesión portuaria, a zona comercial y de ocio. En segunda línea, en la calle Jacinto Benavente (detrás de Beiramar), ocupada actualmente por empresas en régimen de propiedad, se construirían bloques de viviendas, previa recalificación del suelo.
Los empresarios de Beiramar llegaron a entregar en el Ayuntamiento un estudio de viabilidad para crear en la franja portuaria que va de Casa Mar a Barreras un gran centro comercial y de ocio. El complejo tendría una superficie de 64.000 metros cuadrados y se localizaría sobre los terrenos que ocupan 18 concesiones portuarias.
«Si todo va bien para el 2011 podremos estar ya con la urbanización »
La construcción del último gran polígono industrial de Vigo será, sin lugar a dudas, el proyecto estrella de la gestión de la nueva delegada del Consorcio de la Zona Franca de Vigo, Teresa Pisano.
Apenas un mes después de su llegada al cargo estatal, Pisano ha situado el proyecto de Matamá en su carpeta de prioridades, de ahí que el pistoletazo de salida del polígono se formalice mañana en el primer pleno ordinario que preside. «Si todo va bien en el 2011 estaremos ya con la urbanización», que insiste en situar la creación de suelo industrial entre las principales funciones del organismo que preside. «Seguimos realizando estudios de alternativas de suelo», asegura la responsable de la Zona Franca viguesa.
Trato especial
Sobre el perfil de los inquilinos que se asentarán en el nuevo polígono de la parroquia de Matamá, allá por el 2012, Teresa Pisano reconoce que habrá cierto trato especial hacia algunos sectores. «Va atener una orientación que dará preferencia a la automoción y al frío aunque no exclusivamente», afirma. La delegada del Estado en el Consorcio deja claro que esto no significa el traslado de todas las empresas del frio que ahora están en Beiramar a Matamá. «Se ofrece con preferencia, pero habrá un concurso, se valorará y habrá preferencia, pero para aquel que quiera irse», aclara.
